Elsinore un cuaderno de Salvador Elizondo

marzo 15, 2021

 


 

Elsinore Naval & Military School fue un colegio militar estadounidense, situado en la localidad de Elsinore en California. Un bello edificio de estilo neocolonial californiano, construido para albergar un club deportivo que no logró concretarse debido al crack del 29. Desde los años 70 se encuentra en total abandono. Esta institución es la que le da el nombre a la novela.

Conocía a Salvador Elizondo por ser el autor de la novela experimental Farabeuf o la crónica de un instante, misma que sé tiene cierta complejidad narrativa (y que es alguna de mis pendientes). Es encasillada en el subgénero de la Bildungsroman o novela de aprendizaje. La premisa es, Salvador un joven mexicano es enviado a estudiar a la escuela Naval y Militar de Elsinore en California, en 1945, junto a su mejor amigo del momento Fred decide realizar de forma espontanea una proeza nunca antes lograda por ningún cadete, escapar.

Similitud temática

La ciudad y los perros de Mario Vargas Llosa y El Guardián entre el centeno de Salinger, fueron dos novelas que tuve presentes al leerla, pues presentan algunas similitudes, aunque se limitan al área temática.

La ciudad y los perros sucede en el Colegio militar limeño, Leoncio Prado, esta cargada de una profunda violencia ejercida entre los estudiantes, y de los profesores hacia los estudiantes, así como de una crudeza verbal y una profusión de peruanismos. En Elsinore nos encontramos un panorama más ligero, sabemos que hay castigos, pero no son lo suficientemente duros, casi no hay regionalismos, y el español se alterna con frases en inglés sin traducir. En El Guardián entre el centeno, el protagonista es expulsado de su internado, y antes de pensar en ir a su casa decide vagar por Nueva York, es en ella donde encontramos mayor similitud temática, pues Sal (el mismo autor salvador) decide por un sentimiento oculto (visitar a su profesora de baile, de la cual está enamorado) escaparse del Colegio Militar y viajar a la ciudad de Los Ángeles de la posguerra. Detengamos acá, pues ambas novelas reflejan una masculinidad y adolescencias que resultan caducas para el lector, y más aún los lectores jóvenes del siglo XXI como yo.

En Elsinore la masculinidad se demuestra fumando, aunque se haga a escondidas, pero tiene mayor valor fumar tácitamente en el Club de fumadores del Colegio, al que sólo pueden acceder los mayores de 17 con permiso de su tutor. La sexualidad tiene apenas una mención anecdótica, pero entrar en la vida sexual activa y divulgarlo realza la hombría. Aunque no el erotismo, que tiene cierto protagonismo en algunas partes. Los adolescentes del 2020 ya no fuman para “demostrar ser hombres” o pagan prostitutas, y visitan cines pornográficos, pero es interesante que la novela haya registrado estas visiones del pasado.

La estructura y narrativa

Estado actual de Elsinore

Un narrador omnisciente, Sal (el autor) , sueña en el presente que está escribiendo en un cuaderno un relato sobre parte de su vida estudiantil en Elsinore, aquello escrito en sus sueños es la novela que lee el lector.

“Estoy soñando que escribo este relato. Las imágenes se suceden y giran a mi alrededor en un torbellino vertiginoso. Me veo escribiendo en el cuaderno como si estuviera encerrado en un paréntesis dentro del sueño, en el centro inmóvil de un vórtice de figuras que me son a la vez familiares y desconocidas, que emergen de la niebla, se manifiestan un instante, circulan, hablan, gesticulan, luego se quedan quietas como fotografías, antes de perderse en el abismo de la noche, abrumadas por la avalancha de olvido, y sumirse en la quietud inquietante de las aguas del lago. Las palabras que escucho mientras sueño que escribo parecen venir de un más allá, desde una vigilia remota en el tiempo y en el espacio, y aunque las oigo con claridad no las entiendo, como si estuvieran dichas en una lengua vestigial o ya olvidada.”

Me parece que su inicio merece estar entre los más recordados de la literatura mexicana, encuentro cierto paralelismo con las primeras líneas de En busca del Tiempo perdido: Por el Camino de Swann de Proust. En la novela de Proust, el protagonista recuerda su pasado al momento de dormir, recostado en su cama.

Los sueños no acaban ahí, ya avanzada la novela, al viajar en autobús, Sal es mecido por los trotes del viaje y sueña con la tan anhelada visita a su amada profesora. Nos encontramos con un sueño dentro de otro sueño. Una caja dentro de otra caja. al despertar vuelve al otro sueño, el de la novela que leemos. Pero ambos se sienten como reales, aunque quizá el segundo es ficticio, y el primero recuerdos del pasado, por la forma en que está escrito, el lector también cree que el segundo sueño es real, somos cómplices del protagonista, y ambos somos engañados pro la mente.

La novela se compone de cinco capítulos. El libro físico es pequeño y delgado, recordando a un cuaderno. Da la impresión que se podría hablar mucho, pero se escribió poco, se pudo profundizar en los demás compañeros y profesores, así como en los trabajadores mexicanos del Colegio, pero termina todo por ser apuntes, meros apuntes de un cuaderno. Es ésta la intención y está muy bien lograda, la novela misma se justifica.

Los personajes

Sal, el protagonista evidentemente es el autor, Salvador Elizondo. No sabemos su edad, pero tiene menos de diecisiete años. al igual que Holden de El guardián entre el centeno, no tenemos idea de a qué se dedican sus padres, o de donde nació, al igual que en la novela de Salinger, esto es irrelevante. Sal nunca se describe a si mismo, pero si lo hace de una forma implícita al comentar cuando habla de Fred que él es retraído y tímido y que su amistad con él se basa en los contrarios, entonces Sal es extrovertido. Hay una similitud con el personaje del poeta de la ciudad y los perros, éste vende novelitas eróticas escritas por él mismo, Sal suele rentar libros de carácter sexual, e incluso planea rentar entre sus compañeros catálogos de lencería femenina.

Fred el mejor amigo de Sal, presenta una masculinidad diferente a la aceptada socialmente, de hecho, es el personaje masculino que se muestra más expresivo con sus sentimientos y no se avergüenza de llorar frente a Salvador. Es un chico que muestra su debilidad y fragilidad, producto de un ambiente familiar tenso.

La mayoría de los personajes de la escuela militar resultan pintorescos y entrañables, representan ciertos tipos sociales de la sociedad californiana de la época, como los braceros mexicanos Diosadado y Yuca, quienes trabajan en las labores más bajas y son propensos al alcoholismo. Mención aparte merece Porfirio Díaz, un jardinero también mexicano, cuyo nombre hace brotar más de una sonrisa.

Los personajes femeninos son variados, Mr. Simpsons la profesora de baile, es una mujer joven y guapa, desenvuelta y abierta a nuevas experiencias, de una sexualidad plena que ejerce sin reproches, y un sensualismo que despierta más de un suspiro, ella representa la mujer moderna. La tía de Sal, presenta más claroscuros, parece ser la típica ama de casa americana, aunque no se dedique de tiempo completo a ello pues posee un trabajo remunerado que nunca sabemos en qué consiste, también ejerce una atracción sexual y amorosa en él protagonista, y parece algo despreocupada.

En conclusión, Elsinore es una novela corta que se disfruta en un día de lectura de tiempo completo. Es heredera de las novelas de formación americanas y latinoamericanas. de argumento simple y estructura sencilla pero compleja, lo importante en ella no es lo que se dice, si no todo aquello que no se contó y que el autor prefirió dejar en esos apuntes a modo de cuaderno sobre su gran hazaña en la Escuela Naval y Militar.


Agradezco a babelio y su programa Masa crítica, y a la Editorial Era por el obsequio de este  ejemplar. 

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